En este sentido, el pueblo de Kas es uno de los destinos más impresionantes del sur del país: es una ciudad costera que, aunque chica, alberga las playas más lindas de Turquía, situada donde antiguamente se encontraba la histórica ciudad de Antiphellos.
Es un lugar tranquilo, histórico – se pueden visitar las ruinas de Antiphellos – e ideal para pasar una linda semana de descanso y lejos de todo: la ciudad está repleta de rincones que parecen salidos de una película y, en verano, las flores de bugambilias pintan las calles de violeta.
COSAS PARA HACER EN KAS
Las calles empedradas del centro de Kas invitan a estar horas y horas paseando y familiarizándose con el ambiente y la historia del pueblo: una buena idea es visitar las ruinas de la Tumba del León, las cuales datan del siglo IV a.C, o visitar el antiguo anfiteatro romano.
Luego de horas paseando bajo el calor del sol, es el momento perfecto para visitar las playas: las joyas indiscutidas del pueblo y unas de las mejores del Mediterráneo. Dentro de la ciudad se encuentran Little Pebble Beach y Big Pebble Beach, son las playas centrales que suelen estar más concurridas.
Otra opción es subirse a un «taxi acuático» e ir hasta Limanaz, en donde hay cuatro playas completamente paradisíacas: Nuri Beach, Bilal Beach, La Moda Beach y Delos Beach. En este caso, todas cuentan con un club de playa privado, restaurantes de la mejor calidad y alquiler de sombrillas, sillas e incluso hamacas.
Igualmente, cabe mencionar que una de las playas más amadas de Turquía, y reconocida como una de las más lindas del mediterraneo, es la playa de Kaputa: la imagen por excelencia de la Costa Turca. Se encuentra a medio camino entre Kalkan y Ka, en medio de una estrecha ruta, tiene tan sólo 165 metros de longitud y está encerrada entre acantilados y montañas.
Sin embargo, aquí no hay restaurantes ni instalaciones porque es un área protegida. Como si fuera poco, Kas también tiene una historia subacuática: la ciudad sumergida de Kekova. En está isla se encuentran las ruinas de una ciudad que quedó bajo el nivel del agua después de un terremoto.
Si bien desde 1990 está prohibido recorrer la isla o nadar en sus mares, ya que es un área protegida, hay muchos tours en barco que ofrecen una visita a la isla y, aunque no se pueda bajar, la experiencia vale completamente la pena.
Ese mismo tour también incluye el paso por la Ciudad de Simena – hoy en día Kaleköy -, una pequeña ciudad que parece haber quedado situada en otra época completamente lejana: se puede bajar e incluso recorrer el castillo y la fortaleza bizantinos.